jueves, 23 de julio de 2009

El espíritu indomable de Cody McCasland

Cody McCaslandCon tan solo 7 años de edad padece una rara enfermedad llamada Agenesia Sacra o Agenesia Caudal que le provocó serias deformaciones en la columna vertebral cuando aún se encontraba dentro del útero materno. Así, Cody McCasland, nació finalmente sin huesos por debajo de la rodilla, sin tibia ni peroné.

Cody McCaslandSin embargo, Cody tiene la fuerza de un niño, esa energía indomable que solo algunos afortunados mantienen al hacerse adultos y solamente piensa en correr, en nadar, en jugar al futbol, en escalar montañas o paredes y hasta prácticar karate o hockey sobre hielo. Además de ser a su temprana edad el mejor y más famoso Boy Scout de su estado de Texas, Estados Unidos. ¿Y cómo es posible, pensarán algunos, si no tiene piernas? Bueno, lo más acertado hubiese sido decir que en realidad tiene unas para cada ocasión. Y muchas ganas de usarlas y de vivir la vida.

Cody McCasland

Cody McCasland

Cody McCasland

Su madre, de 36 años, comenta orgullosa: “Casi nadie acepta una prótesis tan bien, es como si cuando era un bebé hubiera estado esperando un par de piernas para poder caminar”. Y estas llegaron... Como se ve, así como otros hacen rayas en la pared para marcar su crecimiento, él fue cambiando las mismas -e incluso tuneándolas- a medida que ha ido dando los distintos estirones...

Prótesis

"Siempre hemos dejado hacer a Cody cualquier cosa que se proponga, siempre y cuando tenga su posibilidad. No permitirle que su discapacidad lo mantenga aislado”.

Cody McCasland

Cody McCasland

Como consecuencia de su estado, Cody también necesitó de una cirugía para tratar una luxación de cadera, sufrió importantes problemas intestinales, de estómago, vesícula biliar y también dificultad respiratoria y asma. Pero él no piensa rendirse, ¡tomad nota!

lunes, 20 de julio de 2009

2040: los viejos o el fin del mundo

Por mes, 870.000 personas cumplen 65 años. En tan solo una década, 1,9 millones de personas celebrarán su cumpleaños número 65 cada mes. Y es que la población mundial de personas mayores está creciendo a su mayor ritmo histórico y los ancianos, por vez primera, pronto superarán en número a los más jóvenes.
El envejecimiento de la población aumentará los costes de las pensiones y la atención médica, lo que forzará a incrementos en el gasto público que podrían desacelerar el crecimiento económico en los países ricos y pobres. O sea, el holocausto caníbal.
La cantidad de personas de más de 65 años llegó a unos 506 millones a mediados del pasado año. Esta cifra se duplicará a 1.300 millones en el 2040, lo que representa un 14 por ciento de la población total global. Así, las personas de 65 años y más, pronto superarán en número a los niños de menos de 5 años por vez primera en la historia.
Y es que el envejecimiento está afectando a los países de todos los rincones del mundo, pues aunque hay diferencias importantes entre los países desarrollados y en desarrollo, el envejecimiento global está cambiando la naturaleza social y económica del planeta y presentando desafíos difíciles ya que las personas de 80 años y más son la porción de más rápido crecimiento en el total de la población en muchos países.
A nivel mundial, esta población de ancianos mayores aumentaría un 233 por ciento entre 2008 y 2040. El aumento se debe fundamentalmente a los mayores niveles de fertilidad después de la II Guerra Mundial y, secundariamente, pero cada vez más, es resultado de las menores tasas de muerte a edades mayores.
Las dolencias crónicas como las enfermedades cardiacas y el cáncer siguen siendo las principales causas de muerte, especialmente entre los ancianos. Esto suele implicar mayores costes para el sistema de salud.
Para 2040, los países actualmente en desarrollo probablemente contarán con más de mil millones de personas de 65 años o más, es decir el 76 por ciento del total mundial proyectado.
¿Por qué creéis, pues, que se está legalizando la eutanasia a marchas forzadas u otras formas de limpieza de multitudes? Pues para aplicarla llegado el momento a mansalva y que sea legal. La solución final vestida de encanto social.
Tranquilos, jóvenes, en el 2040 será legal darnos el pasaporte por la vía rápida y ahí os quedéis con vuestro espacio en el puto planeta azul y vuestras miserias en la conciencia, ¡que todos llegamos a viejos! Pero recordad, arrieros somos, y en el camino nos encontraremos.

martes, 14 de julio de 2009

Decir "me cago en tó tus muertos" (o así) después de un golpe, alivia el dolor; y durante, nos hace más machos

La Universidad británica de Keele, tras una ardua investigación, ha concluido que emplear términos malsonantes alarga en un 50 por ciento el tiempo que podemos soportar el dolor. El estudio, publicado en la revista 'NeuroReport', está dirigido por el profesor de Psicología Richard Stephens, quien comenta que tuvo la idea de estudiar esta conexión cuando de manera accidental se golpeó un dedo con un martillo al construir un cobertizo.
Stephens pidió a sesenta y cuatro estudiantes voluntarios que metieran una de sus manos en una cuba con agua helada y que resistieran el mayor tiempo posible mientras repetían una misma palabrota a su libre elección. Después, les pidió que repitieran el experimento, pero esta vez utilizando una palabra común con la que describirían una mesa. El resultado fue que los estudiantes resistieron una media de dos minutos cuando empleaban términos ofensivos, indecentes o groseros, y una media de un minuto y quince segundos cuando no lo hacían.
La investigación admite también que no queda claro el cómo o el por qué de la existencia de este vínculo, pero sugiere que el efecto de reducción de la sensación de dolor tiene que ver con que las palabras gruesas desatan lo que denomina "la reacción natural lucha-huida". El profesor explica que el corazón se nos acelera cuando utilizamos un vocabulario malsonante, lo mismo que ocurre cuando nos encontramos en una situación de debilidad o de miedo y tratamos de reducir la sensación de amenaza para hacerle frente. Esta sería la razón por la que a lo largo de los siglos se ha creado en todos los idiomas un lenguaje paralelo de palabrotas, hasta completar diccionarios casi tan extensos como los oficiales.
Así, decir "me cago en la puta que te parió" después de golpearse la pantorrilla contra una silla inadvertida o "así revientes, mal nacida, cabrona de mierda" mengua considerablemente ese sufrimiento intenso que padecemos en esos cruciales momentos de agonía personal y encerrona metafísica, pero el estudio de la Universidad también realiza un ejercicio de pedagogía advirtiendo de que es importante no malgastar munición (recordad a Rambo, por ejemplo, que sólo lo utilizaba en momentos críticos cuando los charlies andaban cerca y le tenían maniatado y dándole guantás -bueno, creo que ni entonces abría la boca salvo quizás para advertir al infeliz pero crecido nord-vietnamita de su cercana muerte en el tiempo, pero es que este ejemplo no vale, Rambo es Dios; recordad, pues, a sus compañeros de prisiones que esos no tenían ni un cuarto de sus pelotas-) porque (para los simples mortales): "quien quiera utilizar este efecto de reducción del dolor en su beneficio debe limitar el uso de este lenguaje en el día a día. (...) Decir palabrotas es un lenguaje emocional, pero si se emplea en exceso se pierde su vínculo emocional".

sábado, 4 de julio de 2009

Cirugía plástica casera

Cirugía plásticaUna mujer californiana, que supongo quería parecerse a las chicas esas tan impactantes que se pasean en patín y bikini por los paseos de sus hermosas playas (y que siempre nos las sacan en series de TV y cine para que todos veamos la mierda cuerpo que tenemos), se recupera después de haberse practicado ella misma cirugía plástica en la cara y haber quedado como una auténtica mujer elefante.
El doctor que la lleva cuenta que la crisis económica y la facilidad que proporciona Internet a la hora de adquirir el material necesario, están provocando que este tipo de casos sean cada vez más frecuentes.
De 54 años de edad y madre de tres hijos, la mujer se inyectó silicona líquida en sus labios y pómulos hace ahora un mes después de haber visitado a un cirujano plástico, comprando por Internet la silicona, que le costó 10 dólares, y que posteriormente se inyectó ella misma.
"Pensé que estaría contenta con el resultado, pero al día siguiente de hacerlo, mi cara empezó a inflamarse, estaba muy roja e hinchada (...) Insensata. No puedo creer lo que hice", explica la mujer.
El doctor especializado en cirugía estética que se encarga de su recuperación, ha declarado que el concepto actual de la cirugía plástica, considerada "fácil de practicar", así como las dificultades económicas actuales, han contribuido a incrementar este tipo de 'auto-intervenciones'. Todas ellas con un resultado similar y muy negativo, que termina por dar más trabajo a los auténticos cirujanos. "Al final siempre vienen a vernos", dice el médico.
Esta semana, la mujer fue operada para tratar de corregir lo que ella misma se ha originado en su cara pero el procedimiento de corrección es más complicado de lo que se había pensado, ya que no están seguros del tipo de sustancia que la mujer se ha inyectado, por lo que no pueden limitarse tan sólo a extraerlo. "No es algo que puedas retirar y ya está. De hecho, tenemos que intervenir quirúrgicamente para eliminarlo. No sabemos exactamente de qué material se trata, pero sí de que está causando serios problemas en ella". El mismo doctor explica que se necesitarán varias operaciones para poder terminar de extraer la silicona.
La mujer ha declarado que quiere hacer pública su experiencia para evitar que otras personas cometan la misma tontería y por eso lo sacamos aquí, para que no hagáis idioteces que se os ven las ganas.

miércoles, 1 de julio de 2009

Un abuelo le dejó la cara guapa

Gregory McCaliumCuando se coló en la casa de sus vecinos, en la región inglesa de Oxford, para robar a punta de cuchillo todo lo que hubiera en su interior, Gregory McCalium, de 23 años, no contó con que pudiera encontrar resistencia alguna en un pobre viejo y su esposa. No obstante, lejos de lograr reducir a un tembloroso anciano (y su mujer), el joven se topó para su sorpresa con un todavía vigoroso ex campeón de boxeo dispuesto a darle batalla.
El resultado queda reflejado en tan vergonzante imagen de un miserable ladrón.
McCalium recibió dos golpes certeros en la cara de parte de su vecino, Frank Corti, de 72 años, quien fuera campeón juvenil de boxeo durante su adolescencia. Después, el hombre lo ató y llamó a la policía con total tranquilidad.
Su acción, netamente en defensa propia, es catalogada por la ley del Reino Unido como “arresto por parte de un ciudadano”. Es más, el juez de la causa ha defendido ahora su acción diciendo que McCalium recibió “lo que se merecía”.
Según parece, los vecinos tenían una disputa previa, que seguía aumentando los niveles de tensión entre ellos. La misma noche del ataque, McCalium había estado en su casa con amigos. De hecho, cuando la policía local fue a su casa a raíz de unas denuncias por ruidos molestos, encontraron a McCailum blandiendo una espada de madera.