Una pareja australiana de Canberra creía que estaba siendo atacada por un intruso cuando en realidad era un canguro que había entrado por la ventana de su dormitorio empezando a saltar sobre ellos. "Mi primer pensamiento, cuando estuve medio despierto, fue que era un ninja lunático que había entrado por la ventana. Parecía tan probable como que se colara un canguro", ha dicho el padre de familia.
El canguro de tres metros entró en la casa ayer domingo por la noche, destrozando la ventana. Mientras el marido, su esposa y su hija pequeña que dormía con ellos buscaban refugio bajo las seguras mantas -éste es el procedimiento estándar que hay que seguir cuando un ninja lunático se cuela en tu hogar-, el canguro que estaba herido saltó sobre ellos y por el resto de la habitación, haciendo agujeros en los muebles y salpicando sangre por todas las paredes hasta que se fue a recorrer la vivienda.
Lo siguiente que se oyó fue a otro hijo -de 10 años- gritando desde su cama: "¡Hay un canguro en mi habitación!". A lo que el padre replicó desde su búnker: "¡¡¡NO, hijo, NO ES un canguro, es un ninja lunático... MÉTETE en el refugio anti-ninjas lunáticos!!!".
Finalmente, el progenitor, un cocinero de 42 años, reaccionó y abandonó la cama saliendo de su escondrijo debajo de las férreas mantas y luchó valientemente con el ninja lunático sangrante, lo agarró del cuello y lo arrastró hasta la puerta de la entrada de su hogar. El ninja lunático desapareció entre los arbustos cual canguro tan rápido como había aparecido. Todos fueron a abrazar al padre.
Joder, parece un relato de H.P. Lovecraft.
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