La joven australiana de 21 años Natalie Adler lleva cuatro años con una extrañísima rutina. Los médicos que la han tratado andan totalmente desconcertados y creen que puede ser la única paciente en el mundo con estos síntomas: sólo puede abrir sus ojos durante tres días, tras los cuales durante otros tres días no puede abrirlos. Siempre en ciclos de tres días. "Algo ocurre durante la tercera noche. Voy a la cama y puedo abrir los ojos, cuando me levanto al día siguiente no puedo", afirma la propia Natalie. "Nadie sabe el porqué".
Los especialistas le han hecho pruebas y test pero no han podido llegar a ninguna conclusión. No hay causa conocida, afirman. Los tratamientos habituales, como las inyecciones de botox alrededor de los ojos, funcionaron sólo temporalmente con esta paciente. Su ciclo pasó a ser de cinco días con los ojos abiertos y un día cerrados. Pero la paciente empezó a sufrir fatiga y náuseas. Así durante dos años, pero ya ni eso le funciona.
Desde el primer brote, Natalie ha suspendido muchos exámenes y ha tenido que renunciar a dos de sus pasiones: ver partidos de fútbol australiano en directo y estar con sus amigos. "Al principio mis ojos se cerraban de forma intermitente, casi aleatoria, pero en unas semanas empezaron a cerrarse cada tres días", explica. "En mi dieciocho cumpleaños mis ojos estaban cerrados, pero en el 21 estaban abiertos así que hice una fiesta".
Sus padres dicen sentirse muy orgullosos de la manera en la que se lo está tomando. "Natalie siempre dice que hay mucha gente peor que ella" afirma su padre.
Durante los días "malos", los ojos de Natalie se cierran completamente, salvo una pequeña apertura en el izquierdo. En los "buenos", funcionan correctamente, aunque el párpado izquierdo se le cae ligeramente.
El próximo tratamiento al que se va a someter incluirá una simulación eléctrica de los ojos. Y es que ella no ha perdido la esperanza de poder curarse.
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