martes, 22 de enero de 2008

Más martirio, es la guerra

La espalda de un devoto hindú atravesada por pinchos de metal.
Y aquí...

Devoto

...otro devoto hindú gritando como una loca mientras sus mejillas son perforadas en los momentos previos a una procesión en un templo de Singapur durante el festival religioso Thaipusam.
El festival se celebra durante la luna llena y los peregrinos se atraviesan la boca, lengua, brazos, pecho o espalda con afiladas agujas o ganchos de los que cuelgan las ofrendas a los dioses.
¿Y no han pensando estos en montar un festival, por ejemplo, de música? Son mucho más gratificantes y seguro que a los dioses les satisface mucho más ver como sus "fans" se divierten mientras les dedican unas cancioncillas que no verlos padecer de esta cruel manera. Ahí queda la idea. ¡Qué obsesión con darse de hostias o perforarse el organismo, qué festejos son esos!
¡¡No a las fiestas Hellraiser!!

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