Maricón, pedazo de mierda, eres una puta, una muñequita

El voto de confianza que anda mendigando Romano Prodi -por cuestiones políticas- (hace unos días ya lo hizo en el Congreso) ha desencadenado hoy en el Senado italiano una bronca monumental después de que un miembro del UDEUR -partido que salió del Gobierno- anunciara que votará a favor del primer ministro. Esto ha provocado la ira de sus correligionarios que le han insultado y escupido. No obstante, el tránsfuga podría salvar a Il Professore de su ruina política.

Recapitulando y a grosso modo, la bronca estallaba cuando Nuccio Cusumano, uno de los tres senadores del UDEUR -el partido que ha abandonado la coalición en el poder y desatado la crisis de Gobierno- comunicaba que votará a favor de Prodi, lo que originó que su compañero de partido Tommaso Barbato se dirigiera hacia su escaño gritándole lindezas tales como "vendido, cornudo y pedazo de mierda". Y es que Tommaso es mucho Tomás. Hasta su propia madre le teme.

Inmediatamente el hemiciclo se convertía en un gallinero, o en lo que suelen ser estos sitios en la mayor parte de países, una casa de putas -pero de las baratas, de las que pillas una mierda seguro-, se notaba que había ganas de "juerga", oyéndose contra Cusumano perlas como: "Maricón, eres una basura, eres una puta, eres una muñequita", entre otras, que profirieron senadores de la oposición. (Bueno, hay que reconocer que si se ha vendido, no le van a aplaudir encima. Pero quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.)

Según el senador Sergio De Gregorio, que se encontraba cerca de Cusumano, además de insultarle, Tomasso también le ha escupido en la cara, mientras intentaba pegarle puñetazos. La imagen de la derecha capta este momento.

Cusumano se desmayó entonces y ha tenido que ser sacado del hemiciclo en una camilla. Vaya muñequita. Tras ser atendido por un médico, afortunadamente no se teme por su salud. (Sólo es el ego un poco humillado, supongo.)

El Consejo de la presidencia del Senado se ha reunido para tratar el tema y tomar medidas contra sus "putitas", ay, digo, senadores.

Tommaso, por su parte, en su particular mundo de mentiras, aseguraba a la prensa que no ha escupido a su compañero de partido y tampoco le ha agredido, aunque reconoce que "no lo he tratado bien".

Tras los momentos de tensión vividos, se ha reanudado la sesión. La votación había comenzado con un discurso del primer ministro italiano en el que pedía el apoyo porque el país necesita "una continuidad de Gobierno" y "no se puede permitir el lujo" de caer en el "vacío" gubernamental. Con estos gobernantes, el vacío es lo que más necesitan, sin duda, los italianos. Un auténtico boquete político. Veremos qué pasa.