lunes, 9 de abril de 2007

El futuro que viene

No siempre los avances tecnológicos y los movimientos sociales aportarán beneficios a las sociedades: si no, sólo hace falta leer un reciente estudio realizado por el Ministerio de Defensa británico que describe un escenario sombrío para las próximas 3 décadas. Chips conectados con el cerebro de las personas, armas de pulso electromagnéticas, marchas sociales de clase media que reemplazaría al tradicional proletariado marxista y grupos movilizados por bandas terroristas, son las características principales a destacar de un informe que ha sido encabezado por el almirante Chris Parry, jefe del Centro de Desarrollo, Conceptos y Doctrina de esta cartera clave para el gobierno británico.
Si bien el texto de más de 90 páginas está hecho con una precisión asombrosa, está "basado en probabilidades", más que en "predicciones" y toma muy en cuenta el avance de China y la India en el futuro escenario global. Una de las mayores preocupaciones que describe el documento se centra en los llamados flashmobs, grupos de personas movilizadas casi instantáneamente gracias a los avances en la comunicación por grupos delictivos o terroristas.
En cuanto al armamento, el gobierno británico predice que hacia el 2035 las armas electromagnéticas tendrán tal importancia que serán capaces de dejar fuera de servicio a los centros de comunicación de los países enemigos en cuestión de segundos. Las armas de neutrones también serían una de las amenazas para "limpiezas étnicas extremas en un mundo cada vez más poblado". El armamento sin intervención del hombre, biológico, radiológico o nuclear también se citan en el informe.
"Las clases medias podrían convertirse en revolucionarias, tomando el papel pronosticado por Marx", alerta el texto del almirante Parry. El "peligro" que representan radica en la posibilidad de "unirse, usando el acceso que tiene al conocimiento, los recursos y la habilidad para modelar a su antojo procesos transnacionales".

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