Tal como cuenta el diario 'Telegraph', hubo anillos, púlpito, certificado, paseo en limusina y cena romántica. No tiene ningún valor legal, pero fue una boda a la medida de sus contrayentes. Puro romanticismo. El 4 de julio se casaban. Y un día después, Reece moría en casa junto a sus padres. Su madre recuerda lo que le dijo tras cumplir su deseo: "Ahora puedo marcharme".
Reece Fleming tenía tan sólo cuatro años cuando le diagnosticaron leucemia. Él trató de seguir llevando su vida con total normalidad como cuenta su madre: "Siempre intentó caminar, hasta el final, así que pensamos que si él andaba por nosotros, nosotros andaríamos por él". Eso es lo que hizo su familia cuando cuatro años más tarde, el pasado mes de mayo de 2008, le dijeron que a su pequeño, ya con 8 años, le quedaban apenas unas semanas de vida. "Cuando lo supimos intentamos hacer con él absolutamente todo lo que pudimos". Y Reece quería, sobre todo, a Elleanor Purgslove, su compañera de escuela, su "sweetheart", una amiga muy especial.
Habían estado muy unidos durante un par de años, pero luego todo se vino abajo. Lo normal en una relación. Quería recuperarla. Sus padres le ayudaron, organizaron una fiesta pirata y después un campeonato de fútbol, y ella acudió a ambos eventos. Después continuaron viéndose. Y en uno de estos encuentros, otras fiesta de pistolas láser, con su juguete en ristre, decidió declararse y pedirle su mano. Ella aceptó. Los padres de ambos bendijeron su unión y organizaron todo para la celebración.
¡Descanse en paz, este pequeño gran romántico! que pese a todo y hasta el último momento se levantó de la cama con ganas de vivir la vida a tope...
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