Terry Wright, un cantante de sesenta años, empezó perdiendo el vello y la barba. Bueno, no pasa nada. ¿Alopecia severa? Iremos al médico a ver qué dice. Lo que pasa es que después su piel se ha ido suavizando y le han crecido pechos. Bastante feos, pero pechos al fin y al cabo. ¿Qué cojones está pasando entonces? Ahora sí que esto no es para nada normal.
Los análisis de sangre a los que se ha sometido demuestran un incremento incesante de estrógeno, las hormonas femeninas. (El estrógeno es la hormona que determina las características femeninas, en vez de la testosterona que hace lo mismo con las características masculinas.) Los médicos que lo han atendido explican que no existe ningún precedente para su caso y que no tienen ni pajolera idea de cómo frenar el proceso.
"Los doctores me dicen que soy un caso único, pero yo sólo quiero volver a ser un hombre normal. Soy un hombre, no una mujer. Y quiero recuperar mi vida normal. Un niño me atropelló el otro día y la madre le dijo: "pídele perdón a la señora". Mis amigos intentan disimular su sorpresa cuando me ven y minimizan el problema diciendo que sólo soy un hombre bonito."
Y es que nadie comprende a este padre de cinco hijos y cantante de un pub, hasta hace poco ni los propios médicos que creyendo estaba tomando hormonas a propósito llegaron a ofrecerle una operación de cambio de sexo.
Así pues, lo que para miles de transexuales sería un sueño (el de convertirse en mujer sin la necesidad de dolorosas cirugías ni tratamientos incómodos), para Terry es una puta pesadilla.
Los especialistas que siguen su caso han descartado que se trate de un tumor que le esté haciendo producir estrógeno de más. También ha sido desestimada la posibilidad de que Terry sufra un trastorno psicológico (al margen, claro está, del que pueda sufrir un hombre que se está transformando en mujer involuntariamente). Expertos consultados dicen que podría deberse a que los tejidos de Terry se han hecho más resistentes a la testosterona, dejando lugar para que domine el estrógeno. Lo más jodido es que Terry tiene de por sí una contextura mediana, y mide alrededor de un metro setenta de altura, lo que unido a las alteraciones provocadas por su desorden hormonal, hacen que se vea aún más femenino.
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