
No obstante, la madre nunca perdió la fe en que apareciera alguien que diera una solución a la terrible deformidad con la que nació el niño y que en su entorno atribuyeron a un acto de brujería, llegando incluso a proponerle la eutanasia.
Como se observa en la imagen, el pequeño nació con la cara abierta, con la lengua a la altura del ojo izquierdo y sin paladar ni maxilar. Ambroise habría muerto con apenas 4 años en caso de que no se hubiera cruzado en su camino la ONG 'Cirujanos del Mundo', cuando ya su situación era insostenible. El niño era incapaz de comer y tenía serios problemas para respirar.
Lo intervinieron en medio de una precariedad de medios en Kampala. Posteriormente tuvo que viajar a España para que le deshicieran el desaguisado de un cirujano plástico británico donde a la par le diagnosticaron una malformación en el corazón teniendo que pasar por el quirófano de la unidad de cirugía cardiaca infantil.
Después, en una última operación, durante ocho horas, le reconstruyeron la nariz, un ojo, el paladar y arreglaron el desastre del cirujano inglés. Ahora, su recuperación se prevé larga, incluso aún falta por colocarle un ojo de cristal y unos pequeños retoques faciales, pero los médicos españoles pretenden que cuando regrese a Uganda esté totalmente preparado para incorporarse a una vida normal.
Los milagros de la medicina. Genial. Enhorabuena.