Una escupidera desplegada en una calle de Beijing, en China.
Llegas, te acercas, te agachas, sueltas tu sipiajo y sigues tu camino como si nada. Pura tecnología para guarros que no pueden reprimir sus más bajos instintos. Y es que más de 50 personas han sido multadas por escupir en público en unos días.
Esto forma parte de las nuevas medidas para mejorar la imagen de la ciudad, como preparación a los juegos olímpicos del próximo año. Vamos, que se acabó eso de ser un cerdo. Al menos, mientras dure el evento. Luego, ya se verá.
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