La policía de Los Ángeles (Estados Unidos) ha detenido a John Floyd Thomas, sospechoso de haber violado y asesinado a decenas de mujeres entre los años cincuenta y setenta del pasado siglo. Podría ser uno de los mayores asesinos en serie de la historia. De momento, la policía dice desconocer las “profundidades de lo que ha hecho” pero los investigadores han podido relacionar ahora su ADN con las pruebas de al menos dos asesinatos utilizando las más modernas técnicas de identificación.
El detenido podría haber comenzado su largo historial criminal en el año 1955, hasta convertirse en uno de los mayores asesinos en serie de la historia del país norteamericano.
Las nuevas tecnologías han permitido localizar a Thomas, ya que en la fecha en que supuestamente cometió los crímenes las autoridades no contaban con las técnicas de identificación actuales, especialmente importantes en delitos como la violación o el asesinato.
Precisamente ha sido una unidad policial dedicada únicamente a crímenes sin resolver la que ha terminado con su detención. Ahora, gracias al uso de bases de datos y diversos programas, la policía de Los Ángeles ha podido cruzar los datos e imputar al sospechoso.
A la espera de avances en las investigaciones y sólo con los primeros datos recabados desde su arresto el pasado 2 de abril, Thomas es sospechoso de haber asesinado a una treintena de mujeres y violado a muchísimas más. De momento, la Fiscalía ya le imputa dos muertes, en 1972 y 1976, si bien previsiblemente se añadirán nuevos cargos hasta que se celebre la vista el día 20 del presente mes.
En caso de llegar a juicio, el detenido se enfrentará a cargos graves que podrían terminar generando una condena de cadena perpetua. (Thomas no puede ser condenado a la pena de muerte porque en el momento en que presuntamente cometió los crímenes no existía esta posibilidad en el Código Penal.)
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