Como regalo para celebrar su siglo de vida, una abuela británica rebosante de optimismo y audacia realizaba ayer miércoles un salto en parapente en un macizo montañoso de Chipre con el que podría entrar en el Libro de los Récords.
Peggy McAlpine, que así se llama, echó a volar en un pico de 760 metros de altitud en la República Turca de Chipre del Norte para un vuelo en tándem de 15 minutos hasta la aldea de Karaman.
Esta ex contable, de la localidad escocesa de Stirling y residente en la RTCN junto a una de sus hijas, festejó con champán semejante hazaña, con la esperanza ver su nombre en el Libro Guinness como la persona más vieja que realiza un salto en parapente.
"Ha sido un momento maravilloso y me gustaría repetirlo, aunque voy a esperar algunos años para darle tiempo a alguien de batir el récord", dijo una vez en tierra firme ante una treintena de amigos, familiares y periodistas. "Si nadie quiere intentarlo, volveré a hacerlo cuanto tenga 105 años", afirmaba la señora McAlpine, quien ya celebró hace tres décadas por todo lo alto su 70 cumpleaños con un salto al vacío con cuerda elástica.
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