jueves, 30 de octubre de 2008

Al rico helado fecal

Todo sucedió porque una pareja se quejó por el ruido durante un partido de fútbol en un conocido pub de Sidney (Australia). Más tarde, pidieron un helado y se encontraron una sorpresita dentro: excrementos humanos en él, lo que provocó que tuvieran una gran indisposición. (¡Quién iba a pensar que eran alérgicos a la mierda!, dirá el culpable.)
La policía se está encargando del caso y ahora se va a realizar un análisis pertinente de ADN para determinar finalmente si la muestra de materia fecal es efectivamente humana -casi con toda probabilidad (todo esto no es más que un procedimiento legal)- o de animal, algo a lo que ya se han prestado tanto el jefe como el gerente del local, cagones que han puesto sus respectivos culos a disposición judicial en una argucia con la que pretenden demostrar una supuesta inocencia (pero llevan el delito escrito en el ano).
Las cifras económicas que barajan ambas partes ya han salido a la luz, creando también bastante polémica en el país. Y es que, mientras la pareja se ha descolgado pidiendo un millón de dólares australianos (unos 627.000 euros) por daños y perjuicios, el gerente del local les ha llegado a ofrecer cinco mil (algo más de 3.000 euros) por comprar su silencio (¿no sois inocentes?), antes de que el caso saliera a la luz pública.
Los australianos, mientras, han quedado impresionados por una noticia que se ha calificado en algunos medios como "la venganza de la cocina". (La prensa amarilla siempre sacando partido de algo tan inocuo en este caso como es comerse unos cuantos trocitos de hez. ¿Quién no se ha comido nunca un buen culo? El que esté libre de pecado que levante la primera nalga.)

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