viernes, 31 de octubre de 2008

Bin Laden pretendía una matanza esta noche de Halloween

Ya está aquí Halloween, o lo que es lo mismo, una oportunidad para disfrazarnos de cualquier gilipollez y pasárnoslo bien haciendo un poco el payaso. Pero hay que tener precaución con los disfraces que nos compramos porque algunos de ellos pueden ser realmente peligrosos, sobre todo ciertos modelos de máscaras, pelucas y otros artículos de fiesta inseguros que pueden amargarnos y bastante la noche.
Así, en lo que va de año, se ha ordenado la retirada del mercado de casi una treintena de modelos de este tipo de productos que no cumplían los requisitos legales en cuanto a inflamabilidad y ventilación, implicando riesgos de quemaduras e incluso asfixia. Las pelucas y algunas máscaras prenden con facilidad, los orificios de éstas son demasiado pequeños y algunos disfraces infantiles incluyen lazos o cordones para enrollarlos alrededor del cuello, lo cual ¡está prohibido! También hay artículos con luces para introducir en la boca cuyas pilas pueden salirse fácilmente y derramar sus productos químicos en nuestro organismo. Por ejemplo, se ha retirado una máscara de Bin Laden que tiene cierto riesgo de asfixia -¡que también hay que tener ganas de disfrazarse de este criminal hijo de puta! (Lo cierto es que quizá se mereciera la muerte quien se disfrace de semejante cabrón)- o un disfraz infantil de Robin Hood que podía provocar estrangulamiento. Además, otras máscaras de Frankenstein, de calavera pirata o de monstruo así como unos disfraces de perro dálmata o de chino han sido retirados también del mercado.
Sería aconsejable para todos aquellos que se disponen a celebrar la fiesta de Halloween esta noche el uso de máscaras, disfraces y pelucas elaborados con materiales resistentes al fuego, como el nailon y el poliéster, máxime teniendo en cuenta que en muchas fiestas es habitual el uso de velas, junto al consumo de tabaco. Recordad también la necesidad de que las máscaras cuenten con orificios de un tamaño adecuado, muy especialmente si se va a acudir a una fiesta en un local cerrado, cuya menor ventilación puede agravarse con su uso.
Venga, a divertirse. Y no os disfracéis de capullos tipo Bin Laden. Está bien y es divertido hacer el gilipollas (de vez en cuando) pero ser gilipollas es penoso y muy triste.

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