Su grandilocuente par de tetas le salvan de la condena

Serena Kozakura, una conocida modelo de bikinis nipona, ha tenido que recurrir a la elocuencia del tamaño de sus senos en un asunto judicial en el que participaba como acusada de intrusión y destrucción de la propiedad privada para poder librarse de la condena.

El tamaño de su busto, cuya medida es una nada despreciable 114, ha sido lo que empleó Kozakura para intentar demostrar su inocencia cuando fue acusada de intrusión en una propiedad privada.

Su ex novio había acusado a ésta de entrar en su hogar y destrozar mobiliario, tras lo cual escapó por un pequeño agujero, pero la medida del pecho de Kozakura ha demostrado que es materialmente imposible que hubiese podido escapar por tal agujero... y el juez así lo ha considerado, tras una inspección ocular, considerando a la modelo inocente de los cargos imputados.
Serena declaraba tras el juicio que: "Solía odiar mucho mi cuerpo porque creía que mis pechos eran excesivamente grandes, pero hoy definitivamente me salvaron".