Un misterioso objeto volador no identificado estuvo a puntito de menos y nada de colisionar el pasado día 7 del presente mes con uno de los helicópteros de vigilancia de la policía de la ciudad de Cardiff, en Gales, Gran Bretaña, a la altura del Aeropuerto y de una base militar de la British Royal Air Force por lo que los agentes policiales, en auténtica misión hombres de negro, decidieron perseguir el extraño objeto volante no identificado por los cielos del Reino Unido en una persecución calificada como espectacular por los testigos habidos intentando captar sin éxito una imagen de ese, calificado por ellos, "avión raro". Lamentablemente, éste consiguió darles esquinazo y desaparecer finalmente sobre el Canal de Bristol.
Las autoridades gubernamentales, intentando echar lo más rápidamente posible mierda sobre el asunto y que no salga a flote la auténtica verdad -que están aquí, abduciendo a la peña y cometiendo delitos variados- ya andan metiendo cizaña y descalificando el tema: "En el cielo de hoy, hay una variedad de aviones disponibles en una gama de tamaños y formas y lo más probable es que un testigo acabe por confirmar que uno de ellos estaba allí en ese momento" (seguro que ya han pagado a algún indigente para que tras una sesión de lavado y peinado, vestimenta nueva y 200 libras en el bolsillo, mienta ante la opinión pública o si no buscarán a algún pardillo al que le caerá el muerto y todo se tapará).
A su vez, un portavoz del Ministerio de Defensa ha lamentando que dicho ministerio no fuera informado del incidente. "Ciertamente no es recomendable que los helicópteros de la policía se dediquen a una persecución de ovnis", comentaba. (Y lo de ovnis, tal cual, ¿el subconsciente le ha fallado al señor portavoz militar? ¿Qué saben de los extraterrestes que no dicen? ¿Han venido atraídos por nuestros aperitivos de maíz?)
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