Se llama Lauren Bailey y es una joven inglesa de 26 años, que gracias a un artículo que leyó en una revista, tomó conciencia de que estaba padeciendo un grave trastorno: anorexia. Además de restringirse en su alimentación, solía caminar ¡desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde! Cuando volvía a su casa, seguía paseándose por su cuarto y bajando y subiendo escaleras porque su obsesión no le permitía quedarse quieta.
Permaneció internada durante año y medio, hasta que finalmente se le permitió volver a casa continuando allí su recuperación.
Sufrió ansiedad, depresión y trastorno obsesivo-compulsivo desde muy pequeña. "Lo que viví con mi anorexia fue una combinación de esas cosas. A los nueve estaba en plena pubertad, lo que es muy temprano y mis compañeros me molestaban porque era diferente, era más grande que los demás", relata la joven. "En un momento alguien me sugirió que empezara una dieta y me obsesioné con hacer ejercicio. Eso fue a los 14 años. Ahora quiero ayudar a quienes tienen el mismo problema que yo. Creo que los medios envían mensajes contradictorios", sentencia la hoy saludable Baily.
¡Enhorabuena!
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