
En septiembre de 2009 le comenzó con un pequeño bulto rojo en la nariz, pero poco a poco se fue agrandando desorbitadamente, hasta convertirse en una apariencia monstruosa.
Dada su condición humilde, no ha podido seguir los tratamientos que se le plantearon a lo largo de este tiempo, hasta que llegó a un hospital local, en Changchun, en la provincia china de Jilin, donde los médicos por fin se ofrecieron a darle tratamiento gratuito.