Los agentes de la aduana del aeropuerto de Schiphol en Amsterdam (Holanda) han encontrado un nuevo método de los traficantes para introducir droga: escondida en insectos como el de la imagen.
Tras recibir una alerta el verano pasado (el hecho no había sido dado a conocer hasta ahora), las autoridades revisaron un cargamento de más de cien insectos muertos y embalados desde Perú, hallando cocaína dentro de sus cuerpos. En total, había unos gramos, con un valor que podría alcanzar los 8.000 euros en total.
Si ya de por sí dan mucho asco estos bichos, imagináoslos llenos de coca hasta las antenas.
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