
La pequeña recién nacida ha sobrevivido a las primeras cien horas, un período que se considera vital y muy peligroso. Ahora el bebé tendrá que seguir desarrollándose en el hospital, donde las incubadoras ejercerán de útero artificial hasta que tenga siete meses.
De esta forma, la niña será vigilada por un equipo médico. Las condiciones vitales del entorno de la niña se deben parecer lo máximo posible a la del vientre de la madre, es decir: la luz, la humedad, la temperatura, la vía de alimentación y sobre todo alejada de infecciones.
La madre estaba embarazada de mellizos, pero el varón, que también pesó 400 gramos, no ha podido sobrevivir a esas cien horas de vida más peligrosas.
No obstante, este nacimiento no es el del bebé más pequeño del mundo, ya que el mayor milagro se obró en Chicago (Estados Unidos) hace cinco años cuando un recién nacido pesó tan solo 244 gramos.
(No sé qué pensarán ni que opinarán los pro abortistas que dicen que el feto no es un ser humano y abogan por el "derecho" al asesinato pasados incluso los cinco meses. Bueno, parece que hasta con menos de cuatro tenemos una vida entre manos... ¿La liquidamos tranquilamente?)
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