jueves, 29 de octubre de 2009

Por amor

Un somalí de 112 años de edad se ha casado, por sexta vez en su vida, con una joven adolescente de diecisiete de la misma aldea donde reside. El talludito novio ha explicado que esperó hasta que ella creciera antes de pedirla en matrimonio.
Cientos de personas asistieron a la boda entre Ahmed Muhamed Dore y Safia Abdulleh en Guriceel, en la región Galguduud de Somalia, y en ese día, Dore declaró que “hoy Dios me ayudó a realizar mi sueño. (...) No la he obligado, pero utilicé mi experiencia para convencerla de mi amor. Luego nos pusimos de acuerdo para casarnos”.
La familia de la novia ha dicho que ella está “contenta con su nuevo marido”.
Dore, que ya tiene dieciocho hijos de sus otras cinco esposas, con 95 años más que ella, tiene edad suficiente para ser su tatarabuelo.
Según los historiadores de Somalia, la boda es la primera de este tipo en más de un siglo. Esperemos que la última.
Como seguramente muchos os estaréis preguntando qué pasa con respecto al sexo, os transcribo esta bella secuencia histórica: (El mariscal de campo duque de Richelieu tenía ochenta años cuando casó en terceras nupcias con la condesa de Lavaulx, bastante joven todavía. La nuera del duque, le preguntó: "¿Y cómo pensáis salir del apuro, señor duque?", a lo que Richelieu contestó: "No es precisamente salir lo que me preocupa"). Obviamente se refería al entrar. Difícil misión la del cochinillo Ahmed Muhamed Dore. Y es que cuando la diferencia de edad es tan abismal, lo de "dejad que las niñas se acerquen a mí" debería estar prohibido, salvo que ella sea tu tataranieta.

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