¿Pero quién cojones es éste? Bueno, hasta el mismo New York Post que publica estas fotografías pone a pie de imagen: "Michael Jackson podría no recononocer a este hombre en el espejo", añadiendo que las mismas han causado un tremendo impacto en el mundo del espectáculo en las últimas semanas, en un paralelo con uno de los principales éxitos del cantante, "Man in the mirror".
Ha respingado su nariz, pronunciado su mentón y pómulos, y hasta ha aclarado la piel morena con que llegó al mundo. Pero pese a sus incontables mutaciones, al otrora "rey del pop" nunca se le ha visto versión más monstruosa e irreconocible que la publicada por el mencionado periódico, con su rostro, literalmente, cayéndose a pedazos.
Con la expresión más rígida que nunca, y cubierto por vendas y parches que le sujetan la cara, Jackson fue fotografiado este pasado fin de semana mientras hacía compras navideñas en una librería de Las Vegas (EE.UU.) junto a sus tres hijos: Prince Michael "primero" (10), Paris (9) y Prince Michael "segundo" (5).
Su deteriorado rostro fue lo único de "Jacko" que asomó a la vista de los presentes en el lugar —y eso cuando sus anteojos de sol lo permitieron—, ya que el cantante trató en todo momento de ocultarse bajo un amplio abrigo y un sombrero.
Un representante dice que el cantante no se ha estado sometiendo a tratamiento alguno, pero no pudo esbozar una explicación para los vendajes y el aspecto que lució en el centro comercial.
Michael Jackson ha negado haberse realizado cualquier tipo de cirugía plástica, cada vez que ha sido consultado al respecto. Sólo ha admitido haberse realizado una "intervención menor" en la nariz, pero no por fines estéticos, sino para corregir supuestos problemas respiratorios que afectaban su canto.
El cantante ha atribuido su evidente transformación facial al vitiligo, una alteración de la pigmentación que se caracteriza por la pérdida de las células de la capa superior de la piel, haciendo que ésta luzca un tono blanquecino.
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