¿Qué ocurre cuando una cucaracha se pasea tan campante sobre los papeles de un presentador de informativos en plena emisión? Pues que se va a la puta calle. Él y el resto de componentes del equipo.
En Turkmenistan (país colindante con Afganistán-Irán-Kazakhstán-Uzbekistán) eran las nueve de la noche. En el canal Vatan de la televisión del país comenzaba el informativo. De repente, mientras el presentador hilaba una noticia con otra intentando aparentar credibilidad, una cucaracha marrón aparecía pizpireta encima de la mesa, cruzaba la misma como si nada pasara en el ambiente, y mientras, el informativo seguía hasta que por fin desaparecía por el otro extremo.
Bueno, la anécdota no habría pasado da ahí si no fuera porque el actual presidente del país, Kurbanguly Berdymukhamedov -en el cargo desde diciembre de 2006-, no hubiera estado viendo el informativo, y si para más inri éste no se hubiera repetido, con la cucaracha pasando por la mesa, a las once de la noche nuevamente.
Y es que Berdymukhamedov había dado instrucciones hace un tiempo a su ministro de cultura para que reformara la televisión -heredada de la era soviética- e iniciara un proceso de modernización -y limpieza, me supongo- por lo que ver el insecto en la tele ¡dos veces! le llegó al alma enfureciéndolo hasta el límite. Las consecuencias: al menos 30 despedidos, entre cámaras, redactores, directivos y técnicos.
Y es que el presi está hasta las pelotas de la tele de su país y sabe lo que alli se cuece. Sin ir muy lejos, su antecesor, Saparmurat Niyazov, ya vivió otro particular episodio televisivo: en esa ocasión, durante el periodo navideño cesó fulminantemente a unos trabajadores del canal que fueron descubiertos borrachos mientras se estaba retransmitiendo su tradicional discurso de navidad que fue un auténtico fiasco por tal motivo.
Por cierto, de la cucaracha nadie sabe nada por lo que el peligro en Turkmenistán TV continúa latente. Menudo culebrón. Guerras han empezado por menos que esto.
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