lunes, 18 de octubre de 2010

Juliana, la niña sin cara

Cuando nació le faltaba un 40 por ciento de los huesos de su cara... Es Juliana Wetmore, una niña de tan solo siete años que nació sin rostro.

Juliana Wetmore

La malformación genética que sufre esta pequeña se llama Síndrome de Treache Collins, y afecta a una de cada 10.000 personas. No obstante, el caso de esta niña es uno de los más extremos que se han podido ver jamás. Tras más de cuarenta operaciones para reconstruirle el rostro a lo largo de toda su vida, Juliana está aprendiendo cirugía tras cirugía a respirar, a ver, a escuchar, a comer y a hablar de un modo normal. Y con nuestro apoyo seguro que lo consigue... Web de Juliana: www.julianawetmore.net
Todo nuestro cariño, comprensión, oraciones, fe y esperanza para que lo que te negó la naturaleza te lo concedan los médicos... ¡Mucho ánimo!

viernes, 8 de octubre de 2010

Amor de madre (pequeño homenaje a Donna Blanks)

Donna Blanks, de 32 años, quería traer al mundo a una criatura pese a que ello le pudiera provocar la muerte por los problemas de riñón que padecía.
Así, tras trece años intentado tener un niño, logró por fin quedarse embarazada. Al darle la buena nueva, los médicos alertaron de que su enfermedad era incompatible con el embarazo por lo que tenía que elegir entre su propia vida o la de su hijo... Y ella eligió sin dudarlo continuar con la gestación y cumplir su sueño de ser madre a pesar de que sabía que pagaría con su vida su extraordinaria muestra de amor:

Donna Blanks

Trece meses después de dar a luz, la mujer desgraciadamente ha fallecido. Ahora, el bebé crecerá y se desarrollará con el apoyo y cariño de su padre, pero también con el amor de su madre que en forma de estrella o astro tiene que estar a estas horas brillando con fuerza en el cielo para en la distancia seguir dándole calor a su niño. Vaya desde aquí este pequeño homenaje, -en estos tiempos difíciles que corren, de generalizada carencia de valores, de miseria sin sentido y aborto desmedido-, para personas tan valerosas como tú, Donna. Tu sueño era ser mamá (aunque ello te costase la vida) y vaya que lo has conseguido. Un beso, mami.

jueves, 7 de octubre de 2010

Pegarse los ojos con pegamento por error, ¿es posible?

Irmgard Holm
En el planeta Tierra, por lo menos, sí que lo es. El último caso...
...el de Irmgard Holm, una ciudadana de Arizona, en los Estados Unidos, que operada de cataratas el año pasado, tenía que echarse seis gotas en los ojos por prescripción médica. No obstante, un día, la sensación de ardor instantánea le hizo ver que se había equivocado. Había confundido las gotas para los ojos con el bote de pegamento super glue.
“No soy joven, pero tampoco estoy senil”, “los botes son idénticos”, justifica la pobre mujer su yerro.
Tras el suceso, Irmgard se lavó rápidamente el ojo pero el secado rápido del pegamento ya había hecho su efecto. Su ojo se quedó totalmente cerrado. Ya en el hospital, los médicos tuvieron que abrirle el ojo y lavarlo para evitarle males mayores.
Ahora Holm se ha embarcado en una cruzada para conseguir que la forma y tamaño de los botes de pegamento cambie. Dice que hablará con quien considere necesario para evitar que situaciones como la suya se repitan. Y es que, pese a lo curioso del caso, no se trata de una novedad. Son muchas ya las personas que han confundido las gotas de los ojos con el pegamento por lo que acusarla de chochez parece que para nada está justificado.