Cuando nació le faltaba un 40 por ciento de los huesos de su cara... Es Juliana Wetmore, una niña de tan solo siete años que nació sin rostro.
La malformación genética que sufre esta pequeña se llama Síndrome de Treache Collins, y afecta a una de cada 10.000 personas. No obstante, el caso de esta niña es uno de los más extremos que se han podido ver jamás. Tras más de cuarenta operaciones para reconstruirle el rostro a lo largo de toda su vida, Juliana está aprendiendo cirugía tras cirugía a respirar, a ver, a escuchar, a comer y a hablar de un modo normal. Y con nuestro apoyo seguro que lo consigue... Web de Juliana: www.julianawetmore.net
Todo nuestro cariño, comprensión, oraciones, fe y esperanza para que lo que te negó la naturaleza te lo concedan los médicos... ¡Mucho ánimo!