martes, 24 de enero de 2012

Viajar a Caca de Perro

Durante siglos, un pequeño pueblo situado en las montañas del centro de China ha sido conocido con el nombre de Goushi ("Caca de Perro") porque, según cuenta el saber popular, era un lugar tan remoto que solamente los canes se dignaban a visitarlo, y sólo con la intención de hacer allí sus necesidades perentorias.

Ahora, esta remota aldea de apenas 285 habitantes, tras completar los trámites legales necesarios, pasará a llamarse Jinxin, que significa ‘Feliz y Próspera’, un topónimo que fue elegido por el director de la Oficina de Seguridad Pública de la provincia de Guizhou, donde se encuentra la localidad.

El nombre ha sido humillante para los habitantes del lugar durante generaciones, por lo que sesenta y nueve vecinos escribieron una petición de cambio de nombre, la firmaron con sus huellas dactilares, y la entregaron a las autoridades de la comarca.

La Oficina de Seguridad Pública provincial sopesó sesenta posibles nuevos nombres para el antiguo Caca de Perro, y finalmente optó por Jinxin no sólo por sus connotaciones positivas, sino porque el carácter “Jin” significa “policía”, por lo que indica un lazo entre los habitantes y las autoridades que han rebautizado el lugar.

Una de las razones argumentadas por los lugareños para el cambio es que desde mayo del pasado año ya cuentan con una carretera que une el nuevo Jinxin con el resto del mundo, por lo que la idea de lugar remoto y solamente apto para perros había quedado obsoleta.

jueves, 5 de enero de 2012

Un tumor de 90 kilos

Tumor de 90 kilosUn vietnamita con un tumor de 90 kilos en su pierna derecha ha entrado hoy en el quirófano del cirujano estadounidense McKay McKinnon (quien ha llevado operaciones similares en distintos países) para intentar recobrar la normalidad que perdió cuando tenía cuatro años de edad y empezó a desarrollársele en una operación en la que tiene un 50% de posibilidades de que salga bien.

Los médicos le amputaron parte de la pierna derecha cuando tenía diecisiete años, pero el tumor continuó creciendo hasta alcanzar un metro de diámetro y pesar 90 kilos, dejándole atado a la cama (por su enorme tamaño) e impidiéndole ahora viajar al extranjero para someterse a otra intervención de mayor calidad.

"Es normal que la gente tema a la muerte y yo no soy una excepción. Pero cuando me enteré que el doctor McKinnon había venido a Vietnam para darme una nueva vida, yo recobré las esperanzas", comentaba el paciente, Nguyen Duy Hai de 31 años, antes de una operación que ha durado en torno a las diez horas y que ha contado con la ayuda de ocho médicos y asistentes vietnamitas a parte del mencionado especialista norteamericano.

Este importante tumor ha llegado a causar al joven importantes daños en cadera y columna, además de apneas. Toda una vida conviviendo con la enfermedad dadas sus dificultades económicas. Ahora, la intervención, de alrededor de 12.000 dólares, será cubierta íntegramente por el Gobierno.