lunes, 27 de abril de 2009

Pene cortado con nocturnidad y alevosía

María das Graças Santos Neri, una mujer que le cortó el pene a su marido mientras dormía ha sido considerada prófuga por la policía, dos días después de que le cortara el pene a su marido y arrojase al tejado de su vivienda el cuchillo de cocina utilizado en la tronchadura, en una agresión ocurrida en Recife, la capital del estado brasileño de Pernambuco y de la que la policía afirma no tener pistas de su paradero.
Isaías Saturnino da Silva, de 42 años, víctima de la castración, llegó a ser sometido a una operación quirúrgica en la madrugada de este pasado sábado en la que le fue reimplantado el pene, pero la intervención terminó en fracaso total, debido a la necrosis del miembro, por lo que se ha quedado sin polla; pero es que encima, según el médico responsable del procedimiento, como la necrosis es irreversible será necesaria una nueva operación para amputarle nuevamente el pene que está ahora hecho una especie de picha-zombi.
La policía trabaja con dos hipótesis como causa de la agresión: una posible venganza ante la sospecha de que el agredido violó a su hijastra de siete años (por lo que le estaría bien merecido) o una crisis de celos de la esposa (por lo que la capulla sería ella).
El caso recuerda al ocurrido en el año 1993 con el estadounidense John Wayne Bobbit, cuya esposa, Lorena Bobbit, le sajó el pene en una venganza en el estado de Virginia. No obstante, en aquella ocasión el desenlace fue muy diferente debido a que la operación quirúrgica de reimplantación del miembro de Bobbit sí fue exitosa y el agredido llegó a ser hasta protagonista de películas pornográficas con lo que se lo pasó de vicio y llegó a ser alguien en la vida.
En fin, conclusión: si tienes rabo y estás casado (sobre todo si eres malo: pones cuernos y esas cosas) hay que dormir como los delfines: con un ojo siempre abierto.

viernes, 17 de abril de 2009

Jerly Lyngdoh

Jerly LyngdohJerly reside en Meghalaya, al norte de la India, junto a sus padres agricultores. Nació en el año 1983 como cualquier otra persona, pero a los dos años dejó de crecer quedándose encerrado en el cuerpo de un niño (ver foto) aunque piensa como un adulto ya que tiene 26 años y una extraña enfermedad degenerativa.
El niño-hombre, como lo llaman, pesa diez kilos y mide 84 centímetros. Sus piernas y brazos son extremadamente frágiles, casi como los de un bebé. Lo único que le asemeja a un adulto a simple vista es su dentadura ya que cuenta con todas las piezas dentales. El pediatra que le trata asegura que es una rareza extraordinaria que sorprende al escucharlo hablar.
Los expertos explican el caso en base a que Jerly cuenta con una bajísima emisión de hormonas de crecimiento desde la glándula pituitaria. Sería lo contrario a la progeria, la que causa la vejez prematura.

martes, 14 de abril de 2009

Un abeto a todo pulmón

PulmónArtyom Sidorkin acudió a un hospital de Rusia occidental con fuertes dolores en el pecho y tosiendo sangre. Los médicos decidieron entonces hacerle una radiografía descubriendo algo en uno de sus pulmones que, a priori, parecía un tumor. Pero al realizarle una biopsia descubrieron unas extrañas agujas verdes clavadas en el tejido.
"No me lo podía creer... llamé a mi ayudante para que echara un vistazo", asegura un oncólogo. En el pulmón del paciente, de 28 años, había una rama de abeto de cinco centímetros, que le fue retirada de inmediato.
"Me dijeron que la tos con sangre no se debía a ninguna enfermedad", relata Sidorkin. El paciente afirma que el dolor se lo producían esas "agujas pinchando en los capilares".
Los doctores descartan que Sidorkin ingiriera la rama y sospechan que pudo haber inhalado un extraño brote y tras ello comenzó a crecer en el interior de su cuerpo.
El trozo de pulmón con la rama se ha preservado para someterlo a un estudio.

jueves, 9 de abril de 2009

Aló

Si en la última entrada comentábamos un caso de problema conyugal, he aquí hoy uno de problemón familiar... Y es que a una austríaca de 73 años, su excesivo celo de madre le va a costar una multa de 360 euros, tras ser encontrada culpable de un delito de acoso contra su propio hijo, que no es precisamente un chiquillo y tiene ya los huevos negros de trabajar, pero al que telefoneaba a veces hasta medio centenar de veces al día.
Esa ha sido la decisión de un Tribunal del Estado federado de Carintia, al sur de Viena, que ha considerado que la insistente madre bombardeaba a su hijo con continuas llamadas de teléfono.
"Quiero tener tranquilidad", explicaba el afligido demandante ante el tribunal que ha juzgado el caso. "Ya no te llamaré más. Te desheredo", replicaba su dolida progenitora.
Desde la Fiscalía se ha argumentado que era comprensible que el hombre quisiera tener de una puta vez tranquilidad, recordando que en los dos últimos años y medio hubo días en los que la demandada llegó a telefonear hasta 49 veces a su hijo.
Por su parte, la acusada se ha justificado diciendo que "sólo quería hablar con él" lamentando que "no puede hablar ni con su hijo ni con hija". "Nunca he visto a mi nieto, aunque ya tiene quince años", lamentaba la pobre anciana, tras ser sentenciada a abonar la citada multa y que deje de tocarle los huevos y el teléfono a su talludito retoño.
Y es que la gente ya no nos comunicamos.

miércoles, 1 de abril de 2009

"Escoge: o yo o la fregona" (y el marido escogió la fregona)

La obsesión por la limpieza de un albañil alemán, que además se pasaba el día poniendo orden, recogiendo la casa y moviendo muebles ha provocado que su esposa lo deje plantado pidiendo el divorcio tras quince años de matrimonio; y es que ésta no aguantaba más que su marido se inmiscuyese permanentemente en las labores del hogar y que asumiera obsesivamente las tareas de limpieza. Aunque la gota que colmó el vaso llegó según parece hace ahora algo más de dos años cuando, al regreso de un largo viaje, la esposa se encontró con que el marido había redecorado completamente la sala, derribado un tabique y levantado una nueva pared sin consultarle.
Durante el proceso de divorcio, el pobre hombre ha argumentado que detrás de un armario surgía un mal olor y que al mover el mueble comprobó que la pared estaba enmohecida, por lo que tiró los muebles, derribó la pared y redecoró toda la sala, algo que a su mujer le resultó tremendamente desagradable.
Puestos de acuerdo en el reparto de las rentas y habiendo estado oficialmente separados durante el último año, la indignada esposa ha obtenido finalmente el deseado divorcio y ahora busca en las redes sociales cerdo sin complejos para retozar en la suciedad.